A borbotones se me fue la vida...
Anoche detuve el flujo emocional al cerebro.
En apenas unos minutos
mis células cerebrales empezaron a morir.
No tenía conciencia
no abría los ojos
y tumbado, me hice eterno.
Observe mi alma deteriorase
en su capacidad de procesar todo tipo de emoción.
La mañana siguiente al delirio
mapeé los circuitos de mi memoria;
me convertí en niño
con cuerpo de hombre primitivo.
Si alguna vez has sentido una emoción humana
sabrás que la información, en forma de energía,
entra simultáneamente,
- a través de todos nuestros sistemas sensoriales,
y explota en un enorme collage
formando nuestro instante.
No reconocía ya ningún sentimiento.
No podía pensarte con fluidez
y quedé restringido al diálogo con mi cuerpo.
...ya no pude fijar los límites de mi organismo,
porque los átomos de mis brazos
se mezclaron con recuerdos que no comprendía
y todo lo que pude detectar
fue una soledad inmensa.
Me pregunté,
pero en estos instantes
mi dialogo cerebral quedo en silencio.
-Silencio total.
Me sorprendió encontrar una mente silenciosa...
y pronto quedé cautivado
por la magnificencia de ser otro,
sin límites, expansivo...
en conexión directa con el sexo del cosmos;
-sentí euforia.
Pero al igual que un globo
con su último suspiro de aire
vi mi energía marcharse,
sentí mi espíritu rendirse
y me di cuenta
que comenzaba a olvidarte.
Que no podía con la enormidad de tu ser
en este cuerpecito diminuto.
La imagen pertenece a Mike Worral
2 comentaris:
Es extraño, pero normalmente ocurre así. La explosión que conduce a separar alma y cuerpo solo lleva a la soledad.
Le ha quedado muy bien el comentario a Alma. Explica perfectamente la sintomatología de tu poema.
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