No te entiendo en la física,
no descubro porque me calientas.
Para mi eres un microondas,
pequeña buscona.
Silenciosa, giras mi infinito,
excitas mi imagen
con la luz tenue de tus ojos
y salgo muy caliente
de nuestro encuentro empírico.
Tampco te entiendo en la química.
Para mi eres “el secreto”,
el misterio de la tabla periódica.
¿Dónde poner tus ojos?,
¿dónde encontrar tus manos?
¿dónde encajar mi boca...?
Agotado de pensarte,
aceptando la confidencia de la física
y mi imposibilidad con la química,
ahogo mis histerias
en las palabras de Whitehead:
"lo que uno ha experimentado,
lo ha experimentado."