dilluns, d’abril 05, 2010

y una noche..



Probé mi cuerpo, a Dios gracias, infantil
al olvido de mi deber humano.
Al principio todo fue prevención.
El miedo al hastío hizo que me afeitara sin límites;
y en la humedad retestinada de esquinas oscuras
me abracé a Enero en tirantes.
Fueron los primeros besos los más amargos,
acompañados de un grupo -bien duplicaban mi edad-,
que como adicto pagaban mis copas,
pronto arañaron los fríos anillos de mi sexo.
Fui el vacío, el ladrón del fuego;
un recipiente que acogía los balanceos de osos
- uno tras otro-
mientras intentaba que el excesivo dolor no me cediera
-calado de un miedo a ser criada, abandonado,
entre unas piernas pegajosas y ensangrentadas- fingí.
***
Mastiqué solo los últimos trozos de la noche
y entre espasmos estomacales
mi corazón robado chorreó el universo.



Imagen acercada del blog javiermolinero

1 comentari:

pepa mas gisbert ha dit...

O sease, una noche de resaca....

Un abrazo